Es hora, quizás debiera decir es ahora.
El ahora nos mantiene en el presente en el eterno momento en el que todo se crea.
Ahora somos todo lo que fuimos y ahora somos todo lo que seremos también.
La mujer ha vivido durante mucho, mucho tiempo, en un después… después de acabar los estudios, después de comprar la casa, después de encontrar trabajo.
Al mismo tiempo en ese ahora, tomamos decisiones tan incongruentes con nuestra naturaleza como interrumpir la fertilidad, con métodos muy agresivos que tienen en ese futuro consecuencias irreparables en el flujo de la vida.
En ese ahora nos damos cuenta de que la maternidad forma parte de un proceso de enriquecimiento, y autotransformación.
Nuestra fecundidad ahora, representa el valor de la naturaleza de nuestro útero creador, un vacío lleno en ese eterno ahora. Podemos dar a luz, fecundar nuestro útero, y llenarlo de luz, esa luz del ahora en la que conocemos que nada hay vacío que todo está lleno.
Dirigimos nuestra mirada interior hacia nuestra tierra, que habrá de permanecer íntegra para poder tener un potencial creador, darse un tiempo en esa mirada al pasado, a todo el pasado, recordar, o renovar nuestra tierra en su integridad Esencial.
La Esencia de la mujer Arbejina es Esencia completa, integra, su potencial es fecundidad, fertilidad, completación. Luz potencial para hacer nuestros sueños y anhelos realidad, la mujer Arbejina crea su mundo, es perseverante y posee fortaleza, es un catalizador para la manifestación de proyectos, y sueños. Hablo de esencias florales, Esencias Triunidad, el eterno ahora en mi útero, cada una de ellas pertenecen al reino de la fecundidad y transformación de las flores mujer.
Embarazos y partos llenos de luz, consciencia del ahora en el que ya se rebela la libertad de elegir parir sin dolor, amamantar, nutrir solo con amor.
Las flores hijas de la tierra, representan su belleza, su geometría es perfecta, su unidad espiritual un eterno ahora, en la belleza fecunda de la tierra.
La mujer tierra, la madre tierra, la gestación de la madre tierra nada hay estéril en ella, todo tiene propósito, todo es ahora.
Las Esencias Triunidad son la unidad de las mujeres de la tierra fecunda dando a luz a los verdaderos herederos de ella.
La energía lumínica de la Madreselva el amor, enraíza, estabiliza, fortalece, sostiene los vínculos la familia, relaciones, amor vital lleno de plenitud y consciencia de ser Uno, cada propósito de vida.
La luz del Taraxacum con su potencial lumínico de la protección, y liberación de las memorias de duelos eternos en los úteros, abuelas, madres, hijas, memoria ancestral, libertad para la elección de parir sin sacrificio, ni dolor.
Ahora el eterno ahora, se realiza; la tierra esta fecundada, mi útero cálido sostiene a las mujeres Esencias Triunidad.
Carmen Romanelli
Creadora de las Esencias Triunidad y del Método de Unidad Esencial.