Un embarazo consciente empieza a gestarse en el mundo intuitivo, este mundo intuitivo es una serie de sentimientos encadenados al deseo personal de la maternidad, es cierto que hay algo en ese proceso que procede de los instintos más antiguos en la vida y el devenir de la evolución humana, a los que Esencias Triunidad® ofrece un modelo evolutivo tanto para el trabajo sobre la memoria Ancestral las transferencias genéticas, y otras impresiones heredadas de la memoria sobre los hijos y el papel de la mujer, su trabajo e independencia.
En muchos anteproyectos información estresante y proyecciones de la madre si antes ha habido abortos, o intentos de embarazo. El embarazo consciente aquí se convierte en fijación por parte de la mujer que, ante los intentos clínicos, médicos, donde biológicamente todo está perfecto pero el embarazo no llega.
Otras veces el embarazo se da, pero se aborta al poco tiempo, a veces 4 semanas. La utilización de diferentes métodos para la fecundación que tampoco dan resultado sumen la esperanza en desesperanza. Teniendo en cuenta las necesidades individuales tanto la mujer como el bebe han de preparar otro nido que más que nido parece un tejido, las Esencias van formando los filamentos que sostendrán la vida del Alma uniéndola a la vida. La consciencia es un acuerdo total dentro de un proceso espiritual. Suelo decir en estos momentos de conversación esto….
De la misma manera que teniendo salud, nuestro aparato reproductor en orden el embarazo no se da, ¿qué es lo que bloquea esa unidad o flujo? Con todo lo expuesto anteriormente deducir que la consciencia no es algo personal o de la personalidad o ego, sino una serie de transferencias tanto en los cromosomas del que va a ser padre y de la madre. Las creencias limitantes sobre la naturaleza de la maternidad necesariamente deben tratarse desde la luz, como si pusiéramos al sol a una planta que no había florecido, pero al sol a la luz todo se crea. Podemos ofrecer el apoyo terapéutico y de sostén a la mujer, al hombre, a la pareja cada una de las Esencias con sus potenciales lumínicos, crearan un campo de acción para todo lo expuesto anteriormente.
Diferentes tratamientos: Abordaremos teniendo en cuenta que trabajo ofrecemos y la forma de abordaje de la técnica utilizada, el test muscular que ofrece la Kinesiología y algunas técnicas más de abordaje de test al cuerpo o en el cuerpo. Todos son válidos para ser tenidos en cuenta desde Esencias Triunidad®
El aparato reproductor es poco entendido por las mujeres y los hombres, y su importancia energética, la energía fluye ascendiendo para encontrarse con el corazón y todos los receptores del cerebro que regulan la información que llega de esa actividad. Todo un mundo de sensaciones y sentimientos que habremos puesto en orden antes de que hagamos proyectos posteriores. La utilidad de las Esencias ha sido comprobada después de tantos test y experiencias vitales, así que podemos verlo de este modo la ayuda.
Si el trabajo a recuperar es la ovulación: Arbejina® regula la regla, la función hormonal, y el proceso de implantación.
Si el trabajo a recuperar es la matriz: Armería Marítima® es quien abre los receptores de todos los tejidos conectivos y complementarios para que el ovulo sea acogido, no rechazado. Relaja a la mujer que ha perdido la confianza ante los intentos que ha hecho por ser feliz y conseguir su objetivo.
Si el trabajo es del útero: Arbejina® vuelve a ser junto con Madreselva® nuestro aliado.
Si el trabajo es ovarios: Salvia nos ayuda a equilibrar las hormonas y la fuerza ascendente, el valor y virilidad.
Si el trabajo es Fertilización: Madreselva® y Escaramujo®
Si el trabajo es abortos anteriores. Diente de León® resolverá la angustia, miedos, traumas etc. Si el trabajo es masculino espermatozoides lentos o escasos. Arbejina® y Salvia®
Si el trabajo es problemas de eyaculación: Salvia®, Arbejina®, Escaramujo®.
Si el trabajo es de Impotencia: Madreselva®, Diente de León® Escaramujo®.
Creo que esto sirve para ver de manera somera el aspecto de la consciencia en el anteproyecto llamado vida. ¡Muchas gracias!
Carmen Romanelli